
Durante los últimos meses seguro que has oido hablar alguna vez del Carnet Corredor; puede que hayas visto un stand en algunas de las carreras que hayas corrido últimamente o a lo mejor has leído algo del tema en internet o en algún medio de comunicación.
Lo que si es cierto es que este carnet nació con polémica. Fué impulsado por la RFEA (Real Federación Española de Atletismo), a quién parece que no le gustaba la idea de que las carreras populares movieran tanto dinero sin que la Federación sacase un bebeficio por ello. Entonces se sacaron de la manga la “brillante” idea de un Carnet Corredor, que fuera de pago y que fuese obligatorio para poder apuntarse a cualquier carrera popular organizada en España para todos aquellos corredores que no tuvieran licencia federativa.
Esto propició mucho revuelo e indignación entre los corredores y entre los propios organizadores de las carreras, principalmente porque nadie entendía el motivo por el que había que pagar a la Federación Española de Atletismo, así por las buenas, por el simple echo de correr por la calle.