
Con la llegada del verano, y de las vacaciones, a la mayoría de los aficionados al running se les presenta el dilema anual típico de estas fechas: ¿seguir entrenando como siempre?, ¿tomarse un respiro y dejar el running un poco de lado?, ¿aprovechar para seguir activos haciendo cosas diferentes a las habituales?
Por un lado están los que siguen con sus entrenamientos como hacen el resto del año, a veces haciendo malabares para ajustarlos a la vacaciones, las altas temperaturas, los viajes, etc… De una forma u otra al final cumplen con su planning y sus kilómetros semanales como unos campeones.
Por otra parte están los que aprovechan estás fechas para modificar un poco, o un mucho, su rutina habitual. Están los que se lo toman como un periodo de descanso total y absoluto alejado de competiciones, preparación para carreras e incluso de cualquier tipo de entrenamiento. Si, créetelo, cuesta asimilarlo pero… ¡hay runners que en verano no corren nada de nada!.
Luego están los que siguen entrenando como de costumbre pero a un ritmo mucho más bajo (lo que se llama descanso activo); y por último, los que lo ven como unas semanas, o meses, en las que se puede aprovechar para probar cosas nuevas que a lo mejor durante el resto del año no hacen porque no tienen la oportunidad, o porque al estar metidos en la vorágine de la preparación de otras carreras piensan que no es momento para hacer experimentos.
Para estos que quieren hacer algo diferente, aquí van algunas ideas que pueden poner en práctica este verano para cambiar un poco la rutina:
Correr en la montaña
Si vas a pasar tus vacaciones de verano en la montaña, buscando temperaturas más agradables, lo tienes muy fácil: olvida el asfalto y cambia tu habitual entorno urbano de entrenamiento por unos días y sal a correr por caminos, senderos y pistas forestales. Si por el contrario la montaña no es tu destino habitual, puedes intentar hacer alguna escapada algún día y probar.
Te vas a dar cuenta de que hay muchas diferencias entre correr por la calle y correr por la montaña, pero seguro que te va a gustar la experiencia. Pero cuidado, luego no digas que no estás avisado, esto puede ser el inicio de una estrecha relación entre el trailrunning y tú. ;-)
Correr en pista
Correr en pista es algo que en general no solemos hacer los corredores aficionados, sobre todo porque no todos tenemos a mano una pista a la que poder ir. No es tán sencillo, ni tan barato, como ir a correr por el parque. Hay muchos que lo más cerca que han/hemos visto una pista de atletismo es en la TV viendo alguna competición.
¿Seguir entrenando como siempre o cambiar algo durante el verano? Esa es la cuestión
Ahora que estás de vacaciones puedes intentar buscar una pista que no te quede muy lejos de casa e ir algún día para cambiar de escenario y probar lo que se siente al correr sobre el tartán.
Y ya que estás allí ¿vas a ponerte a dar vueltas solamente?; aprovecha y anímate a hacer algunas series de velocidad, de esas que normalmente haces en el parque esquivando perros, bicis y gente paseando, en una superficie completamente plana y sin ningún “obstáculo” por el camino.
Si te gusta la experiencia, a lo mejor te planteas el incorporar sesiones de entrenamiento en pista de vez en cuando durante el resto del año.
¿Vas a la playa? ¿por qué no utilizas la arena para hacer entrenamientos diferentes?
Si no tienes la suerte de vivir cerca de la playa, y solo “catas” el mar una vez al año, además de salir a correr un poco (no lo niegues, seguro que en tu equipaje metes las zapatillas de running) puedes aprovechar para hacer entrenamientos de fuerza y potencia del tren inferior en la arena de la playa. Algo que te va a resultar novedoso y con los que vas a salir un poco de la rutina.
Como muestra, y para coger ideas, mira este video de Foroatletismo en el que al atleta Antonio Reina explica una sesión de entrenamiento en la playa:
Probar otros deportes
Seguro que más de una vez has oido hablar del entrenamiento cruzado y de los beneficios de combinar deportes. Aprovechando el periodo vacacional y que tienes más tiempo libre, puede ser una buena oportunidad para probar otras actividades como la natación o la bicicleta y olvidarte del running temporalmente (solo temporalmente, que no cunda el pánico).
Aunque en principio no tienen nada que ver con correr y te puedes encontrar un poco desubicado, te van ayudar a mantener la forma… y quién sabe, lo mismo te acaban enganchando y te empiezas a plantaer entrar en el mundo del duatlón, triatlón, acuatlón,etc…. No serías el primero al que le pasa algo parecido.
Foto: Sean Kemp Fitness