
Seguramente habrás visto como de un tiempo a esta parte, cada vez se habla y escribe más acerca del barefoot running. Está “nueva moda” se está extendiendo poco a poco entre los runners y cada vez son más los que defienden esta tendencia que consiste en correr con zapatillas “minimalistas” (o directamente sin zapatillas, si nos ponemos radicales) que tienen la finalidad de simular todo lo posible la pisada natural… es decir, se intenta imitar la sensación de correr descalzo.
La técnica correcta para el barefoot running consiste en usar el tercio anterior del pie a la hora de impactar con el suelo, que es lo que haríamos si corriéramos descalzos, en lugar de hacerlo con el talón, que es lo que que hacemos la mayoría cuando corremos con zapatillas “normales”. De esta forma se supone que el movimiento se vuelve más natural y armónico, gracias a que los apoyos con la parte delantera del pie son suaves y flexibles.
Los que defienden esta técnica argumentan que es mucho más saludable para los pies, que se fortalece la musculatura y que reduce el riesgo de sufrir lesiones en las piernas, cadera y espalda al mantenerse una postura más natural de nuestro cuerpo.
Independientemente de si estamos a favor o no de esta técnica, lo que no se puede negar es el del auge del “barefoot running”, y prueba de ellos es que cada vez son más las marcas deportivas que ofrecen modelos de zapatillas minimalistas y cada vez es más común cruzarte con corredores que las utilizan.
Este tipo de zapatillas intentan modificar lo menos posible la pisada natural del pie por lo que tienen una serie de características que las diferencias del resto: son muy ligeras, tienen una suela muy fina si las comparamos con las que utilizamos normalmente, carecen casi por completo de amortiguación y prácticamente no tienen desnivel entre el talón y el antepié.
Está claro que no se puede pasar a esta técnica de un día para otro (si es que te decides a hacer el cambio), ya que la forma de pisar es completamente distinta. Si te decides a intentar pasarte al “mundo barefoot”, tienes que ir que ir haciéndolo poco a poco para ir acostumbrándose a esta “nueva forma impactar con el suelo”, e ir progresivamente aumentando los tiempos de carrera.
Existen muchas páginas y vídeos por internet en los que explican los “secretos” de esta técnica, y donde se ofrecen consejos y pautas para realizar la transición a ella. Si estás interesados, en estas 2 webs puedes encontrar bastante información sobre el tema: CorrerDescalzos.es y Good Form Running
Como suele pasar en estos casos, no todos opinan de la misma forma y al igual que hay mucha gente que defiende el “barefoot running”, también tiene sus detractores… tanto personas que no acaban de ver sus beneficios como otros más extremistas que directamente dicen que es perjudicial.
Al final cada persona es un mundo, todo es opinable y seguro que igual que habrá corredores a los que le vaya muy bien esta técnica y que gracias a haberse cambiado a ella se sienten más cómodos y notan que tienen menos lesiones, también habrá otros que no le vean sentido a tener modificar su forma de correr después de llevar años haciéndolo de una manera concreta sin haber tenido problemas.
¿Vosotros que opinais? ¿Alguno os habéis convertido en “runness minimalistas? ¿Cual ha sido vuestra experiencia?