Las ventajas de correr son ampliamente conocidas por todos. Son muchas y quizás por eso se dice que el running “engancha”. Te hace mejorar tu forma física, te sirve para liberar estrés y para desconectar, el ver que vas mejorando te motiva para intentar superarte a ti mismo, te permite conocer a gente que comparte tu afición, etc…
Todo esto es cierto, aunque frente a esta lista de “pros” -y como pasa con la mayoría de las cosas- existe un lado oscuro que en este caso tiene la forma de lesiones y que más tarde o más temprano por desgracia nos toca sufrir a todos, o casi todos, los corredores. ¿Conoces a algún afortunado runner que nunca se haya lesionado?